jueves, 15 de marzo de 2018

Herramientas de autocorrección para escritores: El pero y los signos de puntuación



Conoce todas las variantes del uso de la conjunción pero y las reglas para su combinación con varios signos de puntuación, en especial, la coma

He dicho en otras ocasiones que mi objetivo fundamental con este blog es ofrecerles a aquellos escritores independientes que no consideran prioritario el someter a sus obras a corrección por parte de un profesional, algunas herramientas para poder realizar sus propias correcciones antes de someter sus textos al escrutinio público.

Como siempre, tomo como punto de partida aquellos errores que considero más comunes en los textos con los que me toca trabajar y trato de centrarme en temas que pueden prestarse a confusión. Hoy me referiré en específico al uso de los signos de puntuación, en especial la coma, antes y/o después de la conjunción pero.

En este caso particular, utilizaré como guía las definiciones de la palabra pero que aparecen en el Diccionario de la RAE, para luego complementarlas con información de otras fuentes de la propia Academia.
  

1- El pero como nexo en oraciones compuestas por coordinación adversativa



1.      conj. advers. U. para contraponer a un concepto otro diverso o ampliativo del anterior. El dinero hace ricas a las personas, pero no dichosas. La injurié, pero ella primero me había injuriado a mí.

Este es el uso más extendido de esta conjunción, contraponer dos enunciados que no llegan a resultar excluyentes, aunque el segundo implica algún tipo de obstáculo o condición para que el primero resulte del todo cierto o para que la acción que se describe en él sea realizable.  De ahí que la expresión popular de “poner un pero”, resulte mucho más literal que metafórica.

En estos casos, y como vemos en los ejemplos de la RAE, la regla indica que antes del pero debe colocarse siempre una coma. Veamos otros ejemplos:

 La chica era muy hermosa, pero resultaba bastante antipática.

Todo estaba dispuesto para recibir al candidato, pero este no se presentó.

Puedes entrar a la reunión, pero debes mantenerte en silencio.

  1.a- ¿Punto y coma o punto antes del pero?


De entrada podemos asegurar que siempre será correcto hacer una pausa antes de un pero en función adversativa, sin embargo, en algunos casos podríamos necesitar hacer esta pausa un poco más pronunciada y sustituir la coma por un punto y coma o inclusive por un punto y seguido. 

Los criterios más utilizados para sustituir una coma por un punto y coma, en este caso, serían la longitud de las oraciones y el hecho de que contengan otras comas. Por ejemplo:

La chica que lo acompañaba, con un elegante vestido rojo, era muy hermosa; pero la expresión displicente de su rostro resultaba bastante antipática.  

Es posible incluso que antes del pero se coloque un punto y seguido, y que esta conjunción siga cumpliendo su función de contraponer dos enunciados. Por una cuestión de estilo, yo recomiendo evitarlo siempre que sea posible, colocando punto y coma; pero es cierto que a veces la magnitud o grado de independencia de la primera oración justifica que se coloque un punto antes del siguiente enunciado, que si bien debe seguir contraponiéndose al anterior, no precisa de él para su plena comprensión. 

Los vecinos de su calle esperaban con ansiedad su llegada y todo estaba a punto para recibirlo con grandes honores. Pero una complicación imprevisible impidió que el candidato se encontrara ese día con sus votantes.

Por la expresión de su rostro se notaba que no era una persona de carácter fácil y que incluso a algunos, nada más por verla, podría resultarles antipática. Pero nadie podía negar que la chica que lo acompañaba era la más hermosa de la fiesta. 
  

En los dos casos podemos observar que la primera oración tiene un sentido completo y que la segunda (el “pero”) tiene la suficiente independencia como para ser comprendida al margen de la contraposición. Sin embargo, en ambos casos sería posible colocar punto y coma sin sacrificar la correcta comprensión ni dejar al lector sin aliento, ya que las oraciones están bien puntuadas y tienen el ritmo necesario para facilitar la fluidez de su lectura.

Los vecinos de su calle esperaban con ansiedad su llegada y todo estaba a punto para recibirlo con grandes honores; pero una complicación imprevisible impidió que el candidato se encontrara ese día con sus votantes.

Por la expresión de su rostro se notaba que no era una persona de carácter fácil y que incluso a algunos, nada más por verla, podría resultarles antipática; pero nadie podía negar que la chica que lo acompañaba era la más hermosa de la fiesta.

O sea, que la decisión de colocar uno u otro signo de puntuación es en este caso del escritor y podrá depender de su estilo o del énfasis que desee darle a las ideas. Podría incluso ubicar el pero al inicio de un párrafo, o sea, separado del anterior enunciado por un punto y aparte, aunque repito, yo lo desaconsejo a menos que esté muy justificado y que sea más como excepción que como práctica habitual.

1.b-Cuando el pero contrapone dos palabras


Por último, hay otra excepción posible dentro de esta función adversativa. En ocasiones, pareciera que el pero no contrapone dos oraciones, sino apenas dos palabras, y en algunos de esos casos, la coma podría no ser obligatoria, aunque insisto, nunca sería incorrecto utilizarla.

He dicho “pareciera” porque aunque veamos solo dos palabras contrapuestas, siempre que haya un pero estaremos en presencia de dos oraciones como mínimo, o sea, de una oración compuesta por coordinación adversativa. La confusión surge porque en algunos casos se omite el sujeto, en otros, incluso el sujeto y el verbo, debido la economía verbal propia de nuestro idioma (a este tema, muy interesante, dedicaré un post más adelante).

La coma antes de pero no es obligatoria cuando se contraponen dos adjetivos. Para ejemplificar, simplificaré una de las oraciones usadas en los ejemplos anteriores:

La muchacha era hermosa pero antipática. 

En este caso parece que estamos frente a una simple contraposición entre adjetivos, pero lo cierto es que tanto el sujeto como el verbo en la segunda oración, por ser los mismos, se encuentran omitidos. Sin economizar, diríamos: 

La muchacha era hermosa, pero (la muchacha) (era) antipática. 

Veamos otro caso donde también tendríamos dos palabras que se contraponen: 

Entra, pero cállate.

Y aquí, como se puede ver, sí he colocado la coma, y lo he hecho porque las dos palabras que se están contraponiendo en este caso no son adjetivos, como en la oración anterior, sino verbos, con lo que, a pesar de ser mucho más corta la oración, es todavía más evidente la presencia de dos enunciados independientes que se adversan y la coma es mucho más pertinente.

Resumiendo: 


Siempre será correcto colocar coma (o en su defecto, punto y coma o punto) antes del pero en función adversativa. Es posible obviarla si se contraponen dos adjetivos, pero tampoco su uso en ese caso sería incorrecto. De modo que, ante la duda, es mejor colocar la coma que no hacerlo.


2- El pero antes de oraciones interrogativas o exclamativas


2.      conj. advers. U. a principio de cláusula sin referirse a otra anterior, para dar énfasis o fuerza de expresión a lo que se dice. Pero ¿dónde vas a meter tantos libros? Pero ¡qué hermosa noche!

Como bien se explica en la RAE, en esta segunda acepción del pero, también como conjunción adversativa, este se coloca al inicio de una oración, antecediendo a una pregunta o exclamación, y su función es la de dar énfasis a lo que viene después. 
Podemos observar en los ejemplos que no se coloca coma después del pero en este caso, y esta es una regla que no solo afecta a esta conjunción, pues según la Ortografía de la lengua española (2010), nunca se escribe coma detrás de las conjunciones adversativas. 

Sin embargo, este caso del pero la Academia lo especifica, además, entre los pocos usos incorrectos de la coma que nos presenta:

3.3. No se escribe coma detrás de pero cuando precede a una oración interrogativa o exclamativa: Pero ¿dónde vas a estas horas?; Pero ¡qué barbaridad!
Pudiera parecernos, no obstante, que existe una pausa tras la conjunción y sobre esto también se pronuncia la nueva Ortografía: 

La tendencia a escribir coma tras la conjunción en estos contextos es fruto del deseo de reflejar en la escritura la inflexión tonal que se produce en la cadena hablada al pasar de la modalidad enunciativa (pero...) a la interrogativa o exclamativa (... ¡qué barbaridad!). Se trata, sin embargo, de un reflejo innecesario —pues el cambio de modalidad queda patente con la escritura de los signos de interrogación y exclamación tras la conjunción pero— y contraproducente desde el punto de vista sintáctico, pues no deben separarse en un grupo conjuntivo la conjunción y su término, esto es, la secuencia que introduce.

 2.a- Algunas soluciones alternas


A mí en lo personal me ha resultado siempre difícil encajar esta regla, porque aunque entiendo su sentido, no puedo evitar la sensación de que el pero queda como flotando y, desde en punto de vista visual, me choca bastante. Entonces, como lo más común es que estas construcciones se utilicen en los diálogos, en dependencia de lo que esté expresando el pero en cada caso, opto por algunas soluciones alternas (y también correctas):

a) Si el pero está expresando vacilación o duda, o sea, si el personaje en verdad está dubitativo, modifico la construcción de esta manera:

-Pero… ¿Dónde vas a meter tantos libros? 

No he encontrado ninguna prohibición expresa a colocar puntos suspensivos antes de exclamación o interrogación, pero prefiero ir al seguro, colocando mayúscula después del signo interrogativo. De este modo, se infiere que los puntos suspensivos implican cierre y que la pregunta es otra oración que comienza. Así mi intención de expresar duda con el pero se ha salvado.

b) Cuando el pero no está expresando nada en particular, sino es apenas una muletilla para dar énfasis, opto por incluirlo en la oración interrogativa y así evito la impresión de que se ha quedado “en el aire”:

¿Pero qué te sucede?

c) Hay una opción más, que es introducir entre el pero y la pregunta una palabra con función de vocativo, que sí debe ir entre comas, por lo que el uso de este signo de puntuación queda justificado: 

Pero, tío, ¿estás seguro de lo que dices?

Tras todo lo anterior se pudiera pensar que trato de burlar las reglas, y en cierto modo podría verse así, pero, ojo: en ningún caso las construcciones que uso de manera alternativa son incorrectas y, a mi modo de ver, el texto gana en lo estético. Es mi elección si lo he escrito yo y si es de alguien más, siempre le queda al escritor la opción de rechazar el cambio. 

2.b- Excepciones a la regla


Antes de pasar al siguiente punto, aquí cabe colocar otra excepción a la regla de no colocar coma después del pero: cuando tras de él viene una frase que por regla debe ir entre comas, como es el caso que usé antes del vocativo, o el de un inciso o interjección (ampliar esta información aquí). Veamos los ejemplos:

Yo sé que estás nerviosa; pero, María, tienes que tranquilizarte.

Ya todos estábamos conformes con la explicación; pero, por si acaso, nos quedamos un poco más.

 Entiendo cómo te sientes, pero, ¡por Dios!, trata de calmarte.

Este último ejemplo es excepcional por partida doble, porque estamos colocando la coma después del pero y antes de la exclamación, y está justificado, porque se trata de una interjección, que va entre signos de exclamación y que además actúa como inciso, o sea, la podemos eliminar y entonces el pero queda como debe ser, sin coma posterior: 

Entiendo cómo te sientes, pero tienes que calmarte.

En los tres ejemplos anteriores, por haber varias comas en el segundo enunciado, que lo complejizan, he utilizado con toda intención el punto y coma antes del pero. En este último, al no haber otras comas, no ha sido necesario.

Resumiendo: 


Nunca se coloca coma después del pero, ni siquiera antes de una pregunta o exclamación, a menos que le siga un inciso, un vocativo u otra expresión que por regla vaya entre comas.

3- Un caso en desuso


3.      conj. advers. desus. sino (‖ para contraponer un concepto afirmativo a otro negativo).

Esta opción la menciono porque la RAE la incluye, pero al encontrarse en desuso, no ahondaré en ella. Se trataría de usar el pero en lugar del sino, o sea, que en ese caso ambos enunciados sí serían excluyentes. 


4- El pero como sustantivo


4.      m. coloq. Defecto u objeción. Este cuadro no tiene pero. Es tan poco amigo de hacer favores, que nunca deja de poner algún pero a todo lo que se le pide.

Y por último, la RAE nos presenta este uso del pero, que es coloquial y en el que, en lugar de conjunción, viene a tener una función de sustantivo, razón por la que se le puede anteponer un artículo o determinante, ponerse en plural y hasta colocársele una coma después.

¡Siempre tienes un pero para todo lo que te propongo!

¡Basta de peros! ¡Se hará lo que yo diga!

Si me pones otro pero, me marcho de aquí.



Hasta aquí he llegado por esta vez. No creo haber cubierto todos los casos posibles de uso del pero, así que si se os ocurre otro, o si alguna de estas explicaciones no ha quedado clara, no dudéis en preguntarme en los comentarios. 

Sí he dejado pendiente para otro post un tema relacionado: cómo evitar las repeticiones del pero que tanto empobrecen un texto y que, sin embargo, parecieran ser necesarias al tener enunciados que se adversan. En él, ofreceré algunas variantes al uso de esta conjunción adversativa, que pueden enriquecer los textos y dar mayor fluidez al estilo del escritor.


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